Las consecuencias económicas y geopolíticas de los aranceles de Trump

Las consecuencias económicas y geopolíticas de los aranceles de Trump

10/03/2025
Omar Kazzaz
Fuente: SupplyChainBrain.com

El escenario económico mundial en 2025 se ha visto drásticamente alterado por la política arancelaria del presidente Trump hacia Canadá, México y China. El cambio tiene amplias implicaciones para las condiciones económicas de Estados Unidos, así como para la posición de la nación en el sistema económico internacional.

La implementación de los aranceles aumentará los gastos para los consumidores y las empresas estadounidenses. Según las estimaciones de la Tax Foundation, los aranceles aplicados a Canadá, México y China pueden provocar un aumento de la carga fiscal anual de una familia estadounidense de más de 1.200 dólares. Este gasto adicional reducirá el poder adquisitivo de los consumidores y obstaculizará el crecimiento económico.

Además, los aranceles afectarán significativamente el crecimiento económico en los EE. UU. Se ha estimado que las impuestas contra Canadá y México provocarán una disminución del crecimiento del 0,3%, mientras que las impuestas contra China podrían dar lugar a una desaceleración del crecimiento del 0,1%.

La perspectiva de desplazamiento de puestos de trabajo es especialmente preocupante. Las estimaciones sugieren que los aranceles contra Canadá y México desplazarán unos 269.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, mientras que los impuestos contra China afectarán negativamente a 73.000 puestos de trabajo.

Es importante tener en cuenta que, si bien los aranceles se consideran principalmente herramientas para proteger la producción local, también generan mayores ingresos federales. Las estimaciones sugieren que los aranceles a Canadá y México tienen el potencial de aumentar los ingresos del sistema federal en 880.000 millones de dólares entre 2025 y 2034, y en 241.000 millones de dólares de China durante el mismo período de tiempo. Sin embargo, estos beneficios pueden verse contrarrestados por el coste adicional para los consumidores y las empresas.

El comercio internacional ha alcanzado máximos sin precedentes a pesar de los obstáculos arancelarios y los vientos en contra de la guerra comercial. Según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el comercio internacional alcanzó un máximo de 33 billones de dólares en 2024, 1 billón de dólares más que el año anterior. Este crecimiento fue liderado principalmente por un aumento del 7% en los servicios, añadiendo 500.000 millones de dólares a la cifra total del comercio. El crecimiento del comercio de bienes, en tanto, estuvo un 2% por debajo del nivel de 2022.

¿Un Estados Unidos más débil?

La implementación de aranceles contra México y Canadá ha puesto a prueba las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, alimentando percepciones negativas sobre la nación como un socio confiable. Es probable que este deterioro de la cooperación internacional tenga consecuencias a largo plazo más allá de las sanciones económicas; Tiene el potencial de tocar asuntos internacionales, incluida la cooperación en defensa, los programas de cambio climático y las alianzas militares.

Además, los aranceles tienen el potencial de chocar con los tratados de libre comercio existentes, incluido el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este aparente desprecio por los acuerdos internacionales envía un mensaje internacional de que Estados Unidos no es un actor confiable en futuras negociaciones.

A medida que Estados Unidos se vuelve cada vez más hacia el proteccionismo, otros países están posicionados para asumir el liderazgo en el comercio internacional. China, con un superávit comercial de más de 280.000 millones de dólares con Estados Unidos en 2023, podría ascender al estatus de superpotencia entre las economías internacionales, al tiempo que reduce la influencia estadounidense.

Un debilitamiento del dominio económico estadounidense podría conducir al surgimiento de la multipolaridad y a una reorientación de la geopolítica mundial. En respuesta a los aranceles, los países están recurriendo cada vez más a la cooperación económica regional, especialmente en Asia. La tendencia podría terminar solidificando la hegemonía de China en la región, al tiempo que deja a Estados Unidos cada vez más aislado en un sistema económico internacional descentralizado.

Cómo deben responder las empresas

Los ejecutivos de negocios necesitan ajustar sus prácticas para poder maniobrar a través de esta intrincada situación. Es esencial que diversifiquen las cadenas de suministro mediante la búsqueda de proveedores sustitutos ubicados en países donde los impedimentos arancelarios son mínimos. Esto puede implicar aventurarse en economías en desarrollo de Europa del Este, América Latina y el Sudeste Asiático.

Es imperativo que las empresas monitoreen de cerca las tendencias en el comercio internacional y la geopolítica. Deben responder rápidamente a los cambios en los sistemas mundiales y las coaliciones comerciales. Solo entonces podrán desempeñar un papel en la configuración del desarrollo de las tendencias, los mercados y las tecnologías emergentes. Al mismo tiempo, deben adoptar herramientas, sistemas y contratos que les permitan ajustar los precios de forma rápida y precisa de acuerdo con los costos más altos derivados de las tarifas más altas.

La innovación debería ser otra de las principales prioridades. Al invertir en capital humano y llevar a cabo una amplia investigación y desarrollo, las empresas pueden crear productos que resistan la inflación derivada de los aranceles. Los transportistas y los fabricantes deben trabajar juntos para eliminar los costos de la cadena de suministro, no solo transferirlos de una parte interesada a otra.

Los aranceles de Trump tienen implicaciones que van mucho más allá del impacto económico a corto plazo. Tienen el potencial de alterar los equilibrios de poder global y reorganizar los acuerdos y alianzas de libre comercio. A medida que cambian las políticas comerciales, las condiciones geopolíticas y los patrones de mercado, es fundamental que las personas y las empresas hagan de la adaptabilidad, la comunicación y el pensamiento estratégico sus prioridades.