Dos puertos en el Canal de Panamá, propiedad de la firma hongkonesa CK Hutchinson Holdings, serán vendidos a la firma estadounidense de gestión de activos BlackRock, luego de las amenazas de Trump de "retomar" el Canal de Panamá en medio de sus afirmaciones de que estaba siendo administrado por China.
El presidente de Estados Unidos hizo las falsas afirmaciones sobre la operación china del canal en su discurso de toma de posesión en enero, y desde entonces ha intensificado la presión sobre la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para que corte los lazos con las empresas chinas y los supuestos lazos con China.
Panamá ha poseído y operado el canal a través de la Autoridad del Canal de Panamá desde 1999, cuando Estados Unidos entregó el control como parte del Tratado del Canal de Panamá. La empresa matriz de Hong Kong, CK Hutchinson Holdings, es propietaria de los dos puertos, Balboa y Cristóbal, a través de su división Panama Ports Company. En respuesta a las acusaciones de Trump, las autoridades panameñas anunciaron previamente una auditoría de Panama Ports Company.
Ahora, el acuerdo de 22.800 millones de dólares por los puertos por parte del gigante de la gestión de activos BlackRock y un consorcio de inversores ha sido acordado en principio. El consorcio BlackRock también está comprando la participación mayoritaria de CK Hutchinson Holdings en otros 43 puertos en 23 países.
Tras el anuncio del acuerdo, Trump le dijo al Congreso de Estados Unidos: "Mi administración reclamará el Canal de Panamá, y ya hemos comenzado a hacerlo".
Sin embargo, el presidente panameño, José Raúl Mulino, ha negado una vez más las afirmaciones de Trump. En una publicación en las redes sociales, el mandatario dijo: "El Canal de Panamá no está en proceso de ser reclamado (...) el canal es panameño y seguirá siendo panameño".
Las tensiones sobre la vía fluvial de importancia mundial pueden continuar entre Panamá y Estados Unidos, ya que la administración de Trump también ha exigido que Panamá deje de cobrar tarifas a los buques estadounidenses. Cualquier interrupción del comercio a través del canal tendría implicaciones en la cadena de suministro global y se sentiría en gran medida en la cadena de suministro automotriz, no solo en América del Norte sino a nivel mundial.